Sin
lugar a dudas las ventas informales resultaron ser las mayores beneficiadas
durante la Fiesta del Mar que se realizaron en Santa Marta. Y así se pudo
constatar ante la gran afluencia de personas con sus neveras de icopor que se
apostaron en el antiguo retén de Mamatoco esperando abordar los buses
interdepartamentales hacia Riohacha y Maicao.
‘‘La
informalidad en Santa Marta está de forma histórica alrededor de un 75 al 77% pero
indiscutiblemente durante la Fiesta del Mar al igual que en las temporadas
turísticas de fin de año esta se incrementa’’, indicó Aura Carolina García,
directora ejecutiva de Fenalco.
Aseguró
además que este fenómeno social no solo se constituye en una competencia
desleal para el gremio formalizado sino que deprecia la calidad en la
prestación de los servicios.
EN
EL ANTIGUO RETÉN se reunieron varios vendedores foráneos que se disponían a
regresar a sus ciudades después de aprovechar la informalidad de Santa Marta. /FOTO
CORTESÍA DE MIGUEL ORTEGA
BARES Y RESTAURANTES REPUNTARON
A
pesar de la gran afluencia de los vendedores foráneos que aprovecharon para
rebuscarse en Santa Marta durante los distintos eventos que se realizaron en el
marco de la Fiesta del Mar, hubo sectores como el gastronómico que tuvieron un repunte
extraordinario.
‘‘La
Fiesta del Mar no es justamente un motor del crecimiento comercial. Su impacto
está focalizado a ciertos sectores de comercio y servicios como es el de
restaurantes y bares que se benefician muy bien, mientras que el incremento de las
ventas en otros sectores puede oscilar entre un 15 y 25%’’, destacó la
dirigente gremial.
LOS
VENDEDORES FORÁNEOS aprovechan para llegar a Santa Marta y rebuscarse expendiendo
bebidas y refrescos. /FOTO CORTESÍA DE MIGUEL ORTEGA
EXTRANJEROS OPINAN
Varios
extranjeros que visitan la ciudad también se contagiaron con las festividades
de Santa Marta y la conmemoración de sus 491 años de fundada. Muchos de ellos aprovecharon
para disfrutar de la Fiesta del Mar y se apostaron a lo largo del Malecón donde
funcionaron tarimas patrocinadas por algunas marcas de cervezas y de licores.
Aunque
vivieron noches de rumba frente al mar, con música en vivo, luces robóticas,
silletería de lujo y demás, algunos de los extranjeros opinan que existía mucha
basura, malos olores e incumplimiento en los horarios de los eventos que se
programaban.
Rosane
Pires, de Brasil y Karina Arenas de Ecuador, vivieron la Fiesta del Mar en
Santa Marta, aunque reconocieron que no fue tan gratificante la experiencia
porque fueron testigos de los desordenes y riñas que obligaron la suspensión de
un concierto.
‘‘A
nosotras nos cautivó más el mar de Taganga y su paisaje. Creo que ustedes
tienen un mar bello que deben cuidar para que no sea contaminado. Ojalá puedan
mantener más limpios los senderos hacia las playas y colocar avisos con
mensajes que nos inviten a cuidar esos lugares’’, dijo Pires.
A
su turno Karina Arenas reconoció en el Parque Tayrona la mejor belleza natural de
esta región. Aseguró que regresará nuevamente porque desea explorar y conocer
más de la cultura de los aborígenes y su cosmovisión.
ROSANE
PIRES, de Brasil y Karina Arenas de Ecuador, disfrutaron de los encantos naturales y la gente de Santa Marta.
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